Alfonso Rojo: “La máquina del fango es el PSOE y los pseudoperiodistas atados al pesebre de Sánchez”

  • hace 8 días
He estado repasando lo que han publicado recientemente Financial Times, la BBC, The Guardian, Corriere Della Sera ,The New York Times o Le Monde, a propósito de las lagrimas de cocodrilo del socialista Sánchez y ninguno de esos medios internacionales tituló -a diferencia de RTVE, El País, La Razón, Cadena SER o LaSexta- que el jefe del PSOE se recluía cinco días a reflexionar en el cuarto de baño de La Moncloa, porque su mujer estuviera siendo atacada ferozmente por periodistas como nosotros.

Todos, sin excepción, ponían el dedo en la llaga.

Y esa llaga es la gigantesca, tentacular y pringosa corrupción de la izquierda española.

El Financial Times titula: "el primer ministro español suspende sus funciones públicas después de la investigación por corrupción a su esposa”.

La BBC, puntualizando que la denuncia ha sido puesta por 'activistas anticorrupción’, sentencia: “Sánchez suspende agenda mientras su esposa enfrenta una investigación”.

The Guardian sigue la misma línea: “El primer ministro español considera abandonar mientras se investiga a su esposa”.

El italiano Corriere Della Sera, más colorista, titula: “En España, la primera dama Begoña Gómez está siendo investigada por corrupción y Sánchez evalúa irse”.

El diario norteamericano The New York Times, que siempre trata a nuestros progres y compinches con guante de seda, señala: “Sánchez ha puesto encima de la mesa la posibilidad de presentar su dimisión, mientras su mujer encara una investigación por presunto tráfico de influencias”.

El francés Le Monde es más explícito: "El primer ministro español dice estar considerando renunciar, después del anuncio de una investigación contra su esposa por corrupción”.

Ni 'máquinas del fango’, ni ‘pseudomedios’, ni leches.

Aquí el tema es que se lo han llevado crudo, han usado desvergonzadamente su posiciones de privilegio para alentar negocios millonarios a cuenta del sufrido contribuyente, hay enormes sombras de sospecha y el marido de Begoña no da explicaciones, lo que entre otras cosas ha llevado a un juez a abrir diligencias y tratar de aclarar el asunto.

Y a nosotros, periodistas, como depositarios de un derecho ajeno que es el de la ciudadanía estar informada, nos corresponde la obligación de indagar, preguntar y publicar toda la información relevante sobre el caso.

¿Cómo explica Sánchez que su señora lograra por la cara y sin ser siquiera licenciada, una cátedra extraordinaria en la Universidad Complutense?

¿Que milagro sucedió para que por arte de birlibirloque varios de los asociados a esa cátedra se convirtieran de repente en adjudicatarios de contratos públicos con su gobierno?

¿Fue casualidad que algunas de las empresas mantuvieran tratos comerciales con Begoña?

¿Cuanta pasta se han llevado los agraciados?

Hay muchas más preguntas, pero, para empezar, esto basta, aunque no les entre en la cabeza a ese rebaño de masajistas, que sobreviven amarrados al pesebre de La Moncloa y apoyan que su amo Sánchez instaure la censura previa,

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