El FMI explica por qué el precio de la vivienda resiste por ahora en España mientras que cae en otros países

  • el mes pasado
La vivienda ha vuelto a convertirse en una suerte de fortín en España durante este ciclo de fuertes subidas de interés e inflación. Al igual que ocurrió durante la crisis del covid, el precio de los inmuebles se ha mantenido al alza, impertérrito ante el encarecimiento del crédito y el descenso de las transacciones inmobiliarias. Esto ha sucedido mientras que la vivienda sufría con intensidad en otros países de la zona euro, que se encuentran, al igual que España, bajo el mismo paraguas monetario (el Banco Central Europeo) y que, por tanto, se enfrentaban a una subida de tipos de interés similar. El Fondo Monetario Internacional ha publicado un informe este lunes en el que disecciona los factores que están moviendo el precio de la vivienda y arrojan algo de luz a esta divergencia inmobiliaria entre los países avanzados.

El propio Fondo Monetario Internacional (FMI) se pregunta al comienzo de su informe ¿Por qué algunos mercados inmobiliarios sienten el impacto de los tipos más altos y otros no? Estos expertos señalan que son varios los factores que podrían dar explicación a este misterio. Pero de forma muy resumida, la conclusión es que no todos los mercados inmobiliarios partían desde el mismo nivel de valoración y que la política monetaria no ha impactado de forma homogénea en todos los países, puesto que cada economía, incluso las que pertenecen a una misma unión monetaria, es diferente, por lo que el impacto de la subida de tipos no se transmite igual ni es la misma medida.

En este caso, la economía de España destaca en ambas variables: la vivienda no contaba con una sobrevaloración intensa en 2021 (la vivienda está sobrevalorada, pero mucho menos que otros países del euro), mientras que el impacto de la subida de tipos se ha reducido por diversos cambios que ha sufrido la economía española en las últimas décadas. Todo ello ha permitido que el precio de la vivienda muestre en España una tendencia divergente al de la eurozona y la Unión Europea, por ahora, puesto que los riesgos para el inmobiliario siguen presentes.

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