Dos activistas arrojan sopa al cuadro de la Mona Lisa en París
- hace 4 meses
La icónica obra del siglo XVI de Leonardo da Vinci se exhibe en el Museo del Louvre.
Aunque la pintura está protegida detrás de un cristal a prueba de balas y es poco probable que haya sufrido daños, el incidente fue captado en un video que se difundió en redes sociales.
En las imágenes, los activistas, vestidos con camisetas con el lema "Riposte alimentaire" ("respuesta alimentaria"), arrojan sopa al cuadro y luego se paran frente a él para exigir una "alimentación sana y sostenible". Critican el sistema agrícola y son evacuados por agentes de seguridad del museo después de que se colocan pantallas negras frente a ellos.
Este acto se suma a las recientes protestas de agricultores en París, quienes demandan la reducción de los costos del combustible y una simplificación de las regulaciones. Estas manifestaciones incluyeron el bloqueo de carreteras clave de entrada y salida de la ciudad.
La Mona Lisa ha estado protegida por un cristal de seguridad desde la década de 1950, cuando sufrió daños por un visitante que le arrojó ácido. En 2019, el museo instaló un vidrio a prueba de balas más transparente para protegerla. Este no es el primer incidente de este tipo; en 2022, un activista arrojó pastel al cuadro con un llamado a "pensar en la Tierra".
El robo más famoso del cuadro ocurrió en 1911, cuando un empleado del Louvre, Vincenzo Peruggia, se escondió durante la noche en un armario y lo sustrajo. Dos años después, intentó venderlo a un anticuario en Florencia, Italia, donde fue recuperado.
Aunque la pintura está protegida detrás de un cristal a prueba de balas y es poco probable que haya sufrido daños, el incidente fue captado en un video que se difundió en redes sociales.
En las imágenes, los activistas, vestidos con camisetas con el lema "Riposte alimentaire" ("respuesta alimentaria"), arrojan sopa al cuadro y luego se paran frente a él para exigir una "alimentación sana y sostenible". Critican el sistema agrícola y son evacuados por agentes de seguridad del museo después de que se colocan pantallas negras frente a ellos.
Este acto se suma a las recientes protestas de agricultores en París, quienes demandan la reducción de los costos del combustible y una simplificación de las regulaciones. Estas manifestaciones incluyeron el bloqueo de carreteras clave de entrada y salida de la ciudad.
La Mona Lisa ha estado protegida por un cristal de seguridad desde la década de 1950, cuando sufrió daños por un visitante que le arrojó ácido. En 2019, el museo instaló un vidrio a prueba de balas más transparente para protegerla. Este no es el primer incidente de este tipo; en 2022, un activista arrojó pastel al cuadro con un llamado a "pensar en la Tierra".
El robo más famoso del cuadro ocurrió en 1911, cuando un empleado del Louvre, Vincenzo Peruggia, se escondió durante la noche en un armario y lo sustrajo. Dos años después, intentó venderlo a un anticuario en Florencia, Italia, donde fue recuperado.