Abandoné a mis amigos por popularidad, pero ahora lo lamento
- hace 5 años
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Ella es Lily, y era una de las chicas más populares de la escuela... pero lo odiaba TANTO.
Ella no era popular al principio. Por el contrario, era una chica normal con una cantidad moderada de amigos. Todos ellos eran grandes personas a los que no les importaba la popularidad, centrándose en cambio en sus pasatiempos y estudios. Algunos pensaban que eran raros y hacían comentarios malos, aunque a sus amigos no les importaba. Pero a Lily sí. Cuando estaban almorzando, ella siempre miraba la mesa de las chicas populares.
Deseaba desesperadamente estar en su grupo: recibir toda la atención de los niños y ser invitada a todas las fiestas. Pero eso nunca sucedería, o eso pensaba ella. Por suerte, una de ellas, Emma, se sentó a su lado en la clase de arte. Lily era bastante buena dibujando. Emma se dio cuenta y dijo: "Wow, ¿puedes dibujarme?". Lily dijo "Seguro", y la dibujó lo mejor que pudo. Incluso hizo que se viera un poco mejor de lo que lo que era en la vida real. La muchacha respondió: "¡Eso es genial!". Ella estaba feliz, pero no pensó mucho en eso.
Al día siguiente, ella pasaba por su mesa y Emma la llamó y la invitó a sentarse con ellas. ¡Lily estaba tan sorprendida y feliz! Se sentó a su lado y le hicieron muchos cumplidos, como que era muy diferente pero que se veía tan bien que tenía su propio estilo. Eran muy amables y se felicitaban constantemente. No podía imaginar a esas chicas discutiendo. Sus amigos miraron desde su mesa y le enviaron un mensaje de texto para que tuviera cuidado con esas chicas, porque quizá no fueran tan amables como aparentaban. En ese momento, ella pensó que solo estaban celosos.
Así que comenzó a salir con las populares, y al principio fue genial: la ayudaron a elegir su ropa para lucir más a la moda (o más como ellas), y, en general, se la consideraba un nuevo miembro de su grupo. Lily ahora se veía diferente, se comportaba diferente, y, lo más importante, se sentía diferente. Hubo resultados inmediatos: la gente estaba más dispuesta a hablarle y a ser amiga de ella, los chicos mostraban mucho más interés en ella que antes, ¡y el número de suscriptores en sus redes sociales aumentó muy rápidamente!
Pero pronto, Lily se dio cuenta de que algunas cosas no estaban del todo bien. Primero, notó que su posición en el grupo era... rara. Era una chica nueva, por lo que no la trataban como a una igual. Los cumplidos pronto se convirtieron en chistes malos, y a ella realmente le disgustaba, pero seguía saliendo con ellas porque le gustaba ser popular.
En segundo lugar, pronto se dio cuenta de que siempre hablaban mal de otras personas. Decían cosas como: "Dios mío, ¿has visto lo gorda que es esa chica?", o "Ja ja, ¿ese chico siquiera se baña?”. Y todo lo que podía hacer era reírse con ellas, sin importar lo raro que fuera eso. Y si alguien del grupo se ausentaba, seguro dirían cosas malas sobre ellas. Para e
Ella es Lily, y era una de las chicas más populares de la escuela... pero lo odiaba TANTO.
Ella no era popular al principio. Por el contrario, era una chica normal con una cantidad moderada de amigos. Todos ellos eran grandes personas a los que no les importaba la popularidad, centrándose en cambio en sus pasatiempos y estudios. Algunos pensaban que eran raros y hacían comentarios malos, aunque a sus amigos no les importaba. Pero a Lily sí. Cuando estaban almorzando, ella siempre miraba la mesa de las chicas populares.
Deseaba desesperadamente estar en su grupo: recibir toda la atención de los niños y ser invitada a todas las fiestas. Pero eso nunca sucedería, o eso pensaba ella. Por suerte, una de ellas, Emma, se sentó a su lado en la clase de arte. Lily era bastante buena dibujando. Emma se dio cuenta y dijo: "Wow, ¿puedes dibujarme?". Lily dijo "Seguro", y la dibujó lo mejor que pudo. Incluso hizo que se viera un poco mejor de lo que lo que era en la vida real. La muchacha respondió: "¡Eso es genial!". Ella estaba feliz, pero no pensó mucho en eso.
Al día siguiente, ella pasaba por su mesa y Emma la llamó y la invitó a sentarse con ellas. ¡Lily estaba tan sorprendida y feliz! Se sentó a su lado y le hicieron muchos cumplidos, como que era muy diferente pero que se veía tan bien que tenía su propio estilo. Eran muy amables y se felicitaban constantemente. No podía imaginar a esas chicas discutiendo. Sus amigos miraron desde su mesa y le enviaron un mensaje de texto para que tuviera cuidado con esas chicas, porque quizá no fueran tan amables como aparentaban. En ese momento, ella pensó que solo estaban celosos.
Así que comenzó a salir con las populares, y al principio fue genial: la ayudaron a elegir su ropa para lucir más a la moda (o más como ellas), y, en general, se la consideraba un nuevo miembro de su grupo. Lily ahora se veía diferente, se comportaba diferente, y, lo más importante, se sentía diferente. Hubo resultados inmediatos: la gente estaba más dispuesta a hablarle y a ser amiga de ella, los chicos mostraban mucho más interés en ella que antes, ¡y el número de suscriptores en sus redes sociales aumentó muy rápidamente!
Pero pronto, Lily se dio cuenta de que algunas cosas no estaban del todo bien. Primero, notó que su posición en el grupo era... rara. Era una chica nueva, por lo que no la trataban como a una igual. Los cumplidos pronto se convirtieron en chistes malos, y a ella realmente le disgustaba, pero seguía saliendo con ellas porque le gustaba ser popular.
En segundo lugar, pronto se dio cuenta de que siempre hablaban mal de otras personas. Decían cosas como: "Dios mío, ¿has visto lo gorda que es esa chica?", o "Ja ja, ¿ese chico siquiera se baña?”. Y todo lo que podía hacer era reírse con ellas, sin importar lo raro que fuera eso. Y si alguien del grupo se ausentaba, seguro dirían cosas malas sobre ellas. Para e